Imagina esto, finalmente tu amiga te acepta la salida que tanto deseas. Solo que tu amiga tiene un pequeño defecto, no es la chica más ordenada del mundo, tanto que tiene sus ropas interiores a mansalva en su cama tiradas. Ella se va a arreglar y te dice que esperes en medio de su desorden. Lo que ella no sabe es que el desorden de uno, es el orden de otro, o en este caso su fetiche más bien. Disfrutando de sus prendas íntimas y tocándote de paso, no te das cuenta de un pequeño detalle, ella vió toda la escena. Pero en lugar de recriminarte, te incita a tener sexo con ella. Ojalá tener la misma suerte que el amigo la verdad...
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